Tu sistema energético tiene una estructura igual de compleja que los sistemas del cuerpo físico. Esta estructura está compuesta por diferentes cuerpos divinos que funcionan como un sistema que, cuando se reconectan, permite la unión entre tu parte humana y divina. La parte divina existe en diferentes dimensiones o cuerpos no físicos que están compuestas por vibración, geometría, vacío, movimiento, dirección, sonido y color. Todos perfectamente organizados y sincronizados unos con otros, existiendo en total armonía y conexión con el todo. Cada uno de los cuerpos divinos utiliza diferentes formas geométricas para darle forma y orden. Estas formas geométricas se las conoce como Geometría Sagrada. Algunas geométricas sagradas tienen la función de mantener todas las partes unidas y conectadas entre sí. La forma geométrica sagrada, utilizada normalmente por los científicos para describir la estructura energética del universo que conecta toda la creación, es el TOROIDE. Éste es un holograma energético que se autorregula, por lo que siempre está equilibrado y completo. La energía de un toroide fluye desde un extremo, circula por el centro y acaba en el otro extremo. Aparece en todas partes, en los átomos, células, semillas, flores, árboles, animales, humanos, huracanes, estrellas, soles, galaxias e incluso el cosmos como un todo. A través de la historia y de muchas practicas ancestrales como la medicina tradicional china, la acupuntura y muchas otras, se han centrado en estudiar el cuerpo energético más cercano al cuerpo físico, que lo podríamos definir como el cuerpo físico-energético humano. La composición de nuestro cuerpo físico-energético humano lo podríamos definir como un tejido invisible que recubre el cuerpo físico. Los otros componentes que lo forman son los meridianos y nadis, venas energéticas que permiten el fluir de las frecuencias hacia los centros energéticos principales o chacras. Como los órganos del cuerpo físico, cada uno tiene una función específica además de almacenar y regular el uso de la energía, para que cada parte que compone la consciencia humana pueda funcionar de forma óptima. La energía que fluye a través de tu sistema puede tener una vibración o frecuencia más elevada o más baja, como la presión de la sangre. Según se eleva la frecuencia de la energía que te recorre, se quitan los bloqueos energéticos que te hacían repetir patrones limitantes. Para elevar tu vibración necesitas re-conectarte con tus cuerpos divinos. Una vez que te reconectas, se comienza a integrar la vibración que permite reconstruir tus diseños originales holográficos para fusionar lo humano y lo divino. La formación en la metodología "creando desde mi ser" te permitirá entender que la desconexión entre tus diferentes cuerpos divinos y tu parte humana es lo que provoca el estado de conflicto interior que te impide alcanzar mayor plenitud. También aprenderás a activar las geometrías sagradas, cuerpos divinos y los diseños originales holográficos que te ayudarán a recuperar la unión entre tu ser exterior humano y tu ser interior divino, convirtiéndote en un humano divino.
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